Hace unos años leí un artículo donde explicaban un caso hipotético que mostraba un ejemplo de lo que sería un entorno complicado/complejo. He intentado localizarlo para indicar aquí la fuente, pero no lo he encontrado. Decía algo así como: "Imagina que estás en una habitación donde hay una silla. Tu objetivo es sentarte en ella, pero cada vez que te mueves por la habitación la luz se apaga y todo se queda a oscuras. Si te paras, la luz se vuelve a encender, pero la silla puede estar en el mismo lugar o haber cambiado de sitio. ¿Qué harías?"
Ese ejemplo muestra claramente un entorno complejo: Aunque avances donde tú crees que está tu objetivo, realmente no hay absolutamente ninguna certeza de que estés avanzando hacia lo que tus clientes necesitan hoy. Lo más que puedes decir es que avanzas hacia el problema que tenían.
Ese mismo artículo comentaba que si se exponía ese problema a un niño pequeño, daba la siguiente solución: "Daría un paso pequeño y me pararía. Vería si la silla sigue estando en su sitio o se ha movido, y luego daría otro paso pequeño. Así tantas veces como necesite hasta llegar a la silla"
Con Scrum en particular y Agile en general, lo que hacemos para intentar llegar a nuestro objetivo en entornos muy complejos es algo similar: Damos pasos pequeños hacia donde creemos que puede estar la solución, pero en lugar de seguir avanzando con el riesgo que conlleva avanzar para nada, validamos que las necesidades de nuestro clientes, usuarios, mercado, etc... siguen siendo las mismas que tenían antes. ¿Lo son y el paso que dimos antes nos acerca a ellas? Pues damos otro paso más en la misma dirección y volvemos a validar. ¿Las necesidades han cambiado y/o el paso no iba en la dirección correcta? Pues cambiamos la dirección para intentar acercanos lo más posible y volvemos a validar.
Con esto: evitamos reprocesados, reducimos riesgos, mejoramos resultados y nos aseguramos de buscar la satisfacción de nuestros clientes/usuarios en todo momento.
Demasiadas veces se intentan dar soluciones macro complejas cuando la solución a este tipo de casos es poner el foco en la simplicidad (procesos, propuestas, soluciones), e incluso comenzar a pensar como lo haría un niño: Reduce (y si puedes elimina) aquello que no sume, aquello que te retrase, aquello que provoque riesgos innecesarios y pueda causar insatisfacción de nuestros clientes/usuarios.
¿Y tú cuándo fue la última vez que pensaste como un niño para optimizar tu forma de trabajar?